La educación es parte fundamental de nuestro futuro ya sea de manera individual o colectiva. A raíz de la pandemia, nuestra forma de estudio se modificó creando algunas alternativas nuevas con el fin de poder estudiar desde casa, a través de las tecnologías de la comunicación materiales didácticos, estas nuevas modalidades de tomar clases son transmitidas a través de internet, radio, televisión y aplicaciones de mensajería instantánea.
La asistencia presencial a establecimientos educativos únicamente se debe contemplar si no existen otras alternativas y se tienen que tomar las medidas sanitarias necesarias, para evitar algún contagio o en algunos casos una recaída que pueda ser más grave, ya que las secuelas del COVID-19 pueden tener debilitado a nuestro sistema inmunológico posterior al recuperarse de la enfermedad y dejar en mal estado nuestro sistema respiratorio, con demás secuelas en el organismo.
¿Cuáles son las medidas de prevención para volver a las escuelas?
Las medidas y requisitos que deben ponerse en práctica para prevenir la propagación del COVID-19 en las escuelas y el personal escolar mientras asistan a la escuela, la OMS recomienda lo siguiente:
Antes que nada, las autoridades responsables de las escuelas deben asegurarse de contar con la infraestructura adecuada en el plantel, velando porque se disponga de los recursos, políticas y espacios necesarios para proteger la salud y la seguridad de todo el personal de la escuela, incluidas las personas que corren mayor riesgo.
En segundo lugar, se debe tener especial consideración con los niños pequeños y la capacidad en general de los estudiantes para comprender y respetar las medidas aplicadas. Ya que es posible que a ciertos alumnos les resulte más difícil respetar el distanciamiento físico o el uso adecuado de las mascarillas.
A continuación los principales puntos preventivos a seguir en la escuela y en las aulas:
- Plantearse reducir el número de alumnos por clase, o instaurar horarios alternos.
- Distanciamiento físico mínimo de un metro entre los pupitres.
- Uso de mascarillas adaptadas a la edad del alumno.
- Aseguramiento de flujo de aire suficiente en el salón de clases.
- Escalonar los recreos o descansos y las pausas para el almuerzo.
- Las escuelas deben capacitar al personal y los estudiantes sobre las medidas de prevención de la COVID-19.
- Establecer un calendario para la limpieza y desinfección diaria del entorno escolar, las instalaciones y las superficies que se tocan frecuentemente.
- Disponer puntos de higiene de manos.
En caso de sospecha de contagio la OMS recomienda lo siguiente:
- Las escuelas deben aplicar la política de «quédese en casa cuando no se encuentre bien»
- Dispensar del requisito de presentar un certificado médico para justificar las ausencias.
- Asegurarse de que los estudiantes que han estado en contacto con un caso de COVID-19, se quedan en casa durante 14 días y plantearse la realización de pruebas de detección en la entrada.
Aunado a todo lo anterior, es importante que tanto la escuela como los padres de familia tomen conciencia de la especial vulnerabilidad de los estudiantes y profesores que ya padecían una enfermedad previa y por ello tienen un mayor riesgo.
El tema de la comunicación entre los padres, alumnos y escuela nunca fue tan importante como lo será con este regreso a clases, ya que se debe mantener informados a los estudiantes y a los padres sobre las medidas que están aplicando para garantizar la salud; y por parte de los padres es vital el aviso oportuno a la institución en caso de sospecha de contagio.
Todas las escuelas con presencia de alumnos deberán tener puntos de control de inmunización y se espera funcionen como centros alternos de vacunación, una vez que las condiciones así lo permitan.